En todo proyecto hay momentos de emoción y momentos de desánimo. Por eso, rodearte de mujeres emprendedoras con las que compartes camino, experiencias e inquietudes es tan motivador. Y por eso es gratificante participar en un proyecto como la editorial Nosotras: mujeres del sector generando alianzas, un shooting organizado por Soledad Makeup. Para quienes no la conozcan, Soledad ama su trabajo, es una mujer apasionada, con talento y muy cercana. Además es divertida, creativa y con un espíritu emprendedor que cautiva. Sin duda su entrega en cada trabajo es lo mejor de ella. En esta sesión estuve también acompañada de profesionales con gran pasión. Un proyecto en el que todas nos entendemos unas a otras, todas brillamos por igual y en el que la expresión “tendernos la mano” cobra más sentido que nunca.
Algo en lo que todas coincidimos es en el gusto por lo auténtico, en volcarte en los deseos de las novias que nos visitan para convertir en una realidad sus ideas. La inspiración para este shooting nos viene de las novias decididas, que te transmiten su ilusión y, por encima de todo, que valoran el trabajo laborioso, cargado de cariño y con resultados únicos. Así es como veo yo mis ramos: un reflejo de los deseos de cada novia.
Los ramos y tocados de Dilo con una Flor
Para este shooting realicé desde Dilo con una Flor dos coronas y dos ramos, un conjunto para cada modelo: Noemí y Ksenia, muy diferentes entre ellas y entre sus estilismos pero dos profesionales implicadas al máximo desde el primer minuto. Iban vestidas de Impúribus, el atelier de las novias más auténticas que son fieles a su estilo, con icónicos zapatos de Salo Madrid en rosa y verde, ambos con cruce en el empeine, y peinadas y maquilladas por Soledad y Sara Duro. Soledad hizo un trabajo impecable, no solo en los estilismos sino como coordinadora de la sesión. Supo poner en valor todo lo que cada una de nosotras teníamos que ofrecer en un equilibrio perfecto.
Para Noemí preparé un ramo Mondrian, de tonos empolvados y aspecto asimétrico y silvestre. Es el ramo elegido por las novias con un estilo romántico y está compuesto por multitud de flores como rosas grandes y mini, hortensias, paniculata, estoebe, glixia, trigo y boato. Para romper la gama cromática até la empuñadura con una cinta de terciopelo turquesa. El contraste con el color champagne del vestido semiajustado y de estilo lencero es espectacular. Lo acompañé con la corona Paloma, que quedaba ideal con el pelo suelto en un estilo despeinado y natural. Los tonos rosados y nude daban luz a su cabello y la misma cinta de terciopelo daba empaque al conjunto.
Para Ksenia elegí el ramo Sorolla, con un marcado estilo campestre para una novia natural y boho chic. En este caso con vestido fluido de tul sedoso con una pieza drapeada en V de los hombros a la cintura. El ramo es una composición con una forma alargada y flores de tonos suaves, color tierra y champagne. Para este ramo utilizo trigo, flor de arroz, margaritas, rosas Pitimini, espigas, lavanda, paniculata, boato y avena. El tamaño pequeño de las flores le da un aspecto muy delicado y dulce. Para la trenza larga y rubia de Ksenia el tocado Soledad era perfecto. Dos peinetas colocadas a los lados del recogido, de colores muy similares al ramo, con tonos azulados, blanco, rosado y amarillo.
El Espacio Floreta, donde nos recibieron con una sonrisa, es el vivo ejemplo de que menos es más, de la fuerza que tiene la sencillez. Allí, la fotógrafa Esther Cruz de Los Buenos Días pudo hacer magia. Tenemos unas fotos preciosas de la sesión y del making off, que reflejan la conexión entre todo el equipo. Y el vídeo de AndaiFilms, siempre atentos, que recoge todos los detalles y que es un recuerdo de mucho valor. La Merendona se encargó de que el equipo repusiera fuerzas y de poner el toque goloso a una jornada que, de por sí, tuvo mucho dulzura.
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